La historia
de la aviación en la región de Bordeaux se remonta a 1909. Y la del
campo de vuelo de Merignac a 1910, ya que en septiembre de ese año se
realizó la Primera Semana de la Aviación. Al año siguiente surgió Marcel
Issartier como el primer aviador burdalés. Lentamente, la actividad
aeronáutica de la región fue consolidándose, tanto en operaciones de
vuelo como de producción de aeronaves. Desde aquí despegarían hacia los
aeródromos del frente de combate los aviones SPAD producidos en la
cercana factoría de De Marçay durante la I Guerra Mundial.
En 1920 se abrió la línea comercial
Bordeaux-Toulouse y el servicio postal Bordeaux-Paris. Y para 1928
Aeropostale definió a Merignac como escala en su línea de correo a
Sudamérica. El año 1935 fue fundamental para la zona ya que se comenzó a
construir el aeropuerto, el gobierno estableció que sería de uso civil y
también militar creando la base aérea. Además, ese mismo año se crea la
Société Aéronautique du Sud-Ouest (Sociedad Aeronáutica del Sudeste o
SASO) tras la fusión del grupo Potez y Société Aérienne Bordelaise. Dos
años mas tarde dicha fábrica cambiaria su nombre por el de Société
Nationale de Constructions Aéronautiques du Sud-Ouest (Sociedad Nacional
de Construcciones Aeronáuticas del Sudoeste o SNCASO). Tomada por los
alemanes durante la II Guerra Mundial, la SNCASO fabricó allí el
Focke-Wulf Fw-189 y los Ateliers de Réparation de l'Armée de l'Air
(Talleres de Reparación del Ejército del Aire o ARAA) hicieron
mantenimiento a los motores BMW de los Focke-Wulf 200.
Terminada la guerra y reparados los grandes
destrozos provocados por aquella, se instaló allí en 1950 una de las
fabricas de Marcel Dassault y se comenzó a producir el MD.312
Flamant. SNCASO cambió su nombre nuevamente por el de Société Française
d'Entretien et de Réparation de Matériel Aéronautique (Sociedad Francesa
de Mantenimiento y Reparación de Material Aeronáutico o SFERMA). De
ambas factorías saldrían aeronaves de renombre mundial, aunque los
mayores éxitos comerciales los cosechó Marcel Dassault. El primer
prototipo del caza naval Etendard IV despegó desde Bordeaux-Merignac el
24 de julio de 1956 y el del caza delta Mirage III C hizo lo propio el 8
de octubre de 1960. Con el tiempo, le seguirían la exitosa serie de
reactores ejecutivos Mystère/Falcon y el casi desconocido Mercure, que
perdió la carrera ante el más lento y menos maniobrable, pero
económicamente mas redituable, Boeing 737. El ultimo prototipo de
Dassault realizar su primer vuelo desde este lugar fue el Falcon 900DX
(13 de mayo de 2005).
En cuanto a la base aérea militar, se
instaló allí en 1964 el Centre d'Instruction des Forces Aériennes
Stratégiques (Centro de Instrucción de Fuerzas Aéreas Estratégicas o
CIFAS 328) equipado con Mirage IV, Mirage III B y Nord 2501 Noratlas. En
1979 llegó el Escadron de Chasse (escuadrón de caza) 4/11 provisto de
aviones Jaguar. Con el correr de los años, todos estos escuadrones
operativos se fueron disolviendo y el sector militar de Bordeaux-Merignac
se transformó en una base logística para el Armée de l´Air (Ejército del
Aire o AdlA).
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Mirage 2000 B01,
prototipo que prácticamente ha dado la vuelta al
mundo yendo de exposición en exposición y haciendo
demostraciones para cualquier potencial cliente de
Dassault. |
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La asociación
En 1987, nació el Conservatoire de l'Air et
de l'Espace d'Aquitaine (Conservatorio Aeroespacial de Aquitania o CAEA),
que, con unas 45 aeronaves y algo mas de 200 socios (de los cuales 60
participan activamente todas las semanas), en la
actualidad ocupa uno de los hangares de la base militar cedidos por el AdlA para que estos entusiastas desarrollen sus tareas de preservación y
difusión del patrimonio aeronáutico francés. El principal objetivo de la
asociación es reunir, mantener, rehabilitar, valorizar todo lo
relacionado con el material y la historia aeronáutica de la región de
Burdeos en particular, y de Francia en general. Es por ello que
preservan unos cuarenta aparatos, motores, instrumentos, asientos
eyectables, maquetas para túneles de viento, además de numerosos
materiales y objetos de interés aeronáutico.
Como se ha dicho, conservación es la
principal tarea del CAEA, y para que ello se haga de la mejor manera
posible, ha de haber un gran trabajo mantenimiento y restauración de las
aeronaves que así lo requieran. En esta sección es donde los socios se
emplean a fondo aportando cada uno sus conocimientos y habilidades hasta
conseguir verdaderas maravillas. En algunos casos, prácticamente
idénticas al momento en que salieron de sus respectivas fábricas muchas
de las aeronaves que hoy se conservan en Bordeaux-Merignac.
Uno de los puntos más interesantes es la
completísima biblioteca, base documental para las amplias y laboriosas
tareas de restauración que realizan los socios. Dotada con más de 3.000
documentos, incluidos los más antiguos que datan de 1897. Allí,
aficionados y profesionales podrán encontrar documentos técnicos,
manuales de vuelo, de mantenimiento, obras generales, revistas antiguas
y contemporáneas, etc. Otra de las áreas de especial atención por parte
del CAEA, es la simulación de vuelo, para lo cual disponen de dos
equipos que los socios pueden utilizar libremente previa reserva. CAEA
pertenece a la Fédération des Ailes Anciennes (Federación de Alas
Antiguas) que agrupa alrededor de Francia a una veintena de asociaciones
similares, de las que Gaceta Aeronáutica ya visitó una en Toulouse (véase
Siempre nos quedará Toulouse).
El patrimonio
El patrimonio conservado por el CAEA es muy
particular, pues cuenta con muchos prototipos o primeros ejemplares de
fabricación en serie, según el modelo del que estemos hablando. La
cercanía y las excelentes relaciones con la factoría Dassault han sido
de una ayuda fundamental para la obtención de esos prototipos y también
para la obtención de numerosos repuestos prácticamente imposibles de
obtener comercialmente. Recorrer el hangar de exposición del CAEA da una
idea cercana y palpable de la potente industria aeronáutica francesa.
Aunque no se conservan en Bordeaux aeronaves tan exóticas como algunos
prototipos que sí hay en el Musée de l'Air et de l'Espace (Museo
Aeroespacial) de Paris, ni la colección es tan grande como la del museo
de la ciudad luz, sí son aeronaves muy cercanas a cualquier persona
relacionada con la aeronáutica, pues seguramente las ha visto volar con
frecuencia.
No todas la aeronaves expuestas son
propiedad del CAEA, algunas perteneces a instituciones estatales como el
Centre d'Essais en Vol (Centro de Ensayos en Vuelo o CEV), o el Musée de
l'Air et de l'Espace, otras al AdlA o a empresas tales como Air France,
Dassault o simplemente a algún particular que las ha cedido para su
exposición en el hangar del “conservatorio”.
La asociación también cuenta con dos
grandes aparatos (estacionados fuera del hangar por obvias razones de
espacio): El Mercure 100 c/n (número de serie) 6 (matrícula F-BTTF) y el
Caravelle VI R c/n 234, que después de su carrera comercial en Lux Air (LX-LGE)
y Air Inter (F-BRGX), acabó destinado al CEV en 1989 para convertirse en
el Caravelle "cero G" bajo su matriculación actual (F-ZACQ). Un poco mas
pequeños son el Canadair CL-215 c/n 1047 (F-ZBBW) que perteneció a la
Sécurité Civile, o el Noratlas c/n 188 del AdlA, ambos conservados
dentro del hangar.
“Classiques du
transport aérien français” |
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De izquierda a derecha:
Dassault Mystère 20, más conocido como Falcon 20 a
raíz de su adquisición por Pan American Airways para
iniciar una línea de vuelos de negocios con bizjets.
Distintos detalles de la impecable restauración del
Nord Noratlas: Fuselaje exterior, cabina de carga y
cabina de la tripulación. Si bien el aparato no se
encuentra en condición de vuelo, muchos de sus equipos y
sistemas son funcionales y los interiores están dotados
de componentes originales o réplicas fidedignas. De
hecho, casi todo el instrumental del cockpit puede
activarse y dar mediciones fiables. |
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Entro los aviones de combate podemos
encontrar rarezas como un Mystere IV N-01, prototipo único, equipado con
radar del que no se construyó ninguna unidad de serie. También se
conserva el último SNCASO SO.4050 Vautour IIB (c/n 636) del AdlA. Un
frustrado entrenador para Camerún, el Fouga CM.170 R Magister c/n 345,
que no se entregó debido a diversos problemas administrativos, fue
restaurado y repintado con los colores clásicos de este entrenador
francés, abandonando así las tonalidades centroafricanas que poseyó
hasta que se descartó la idea de exportarlo al país africano.
Otra aeronave fruto de una operación comercial frustrada es el
Mirage F1BQ, que fue encargado por Irak, pero debido a los numerosos y variados
embargos a los que estuvo sometido el país mesopotámico nunca fue
entregado (y por tanto tampoco fue pagado). En cuanto
a aviones de combate modernos el CAEA exhibe al Jaguar E02 (que es el
segundo prototipo del modelo) y el Mirage 2000B-1, primer prototipo de
la versión de dos asientos del Mirage 2000. Mencion especial debe
hacerse al A-4SU recibido en Enero de 2010. El avión perteneció al grupo
de aeronaves de la Royal Singapur Air Force destacados en la base francesa de Cazaux,
y junto
a otra maquina similar, fue cedido al Musée de l'Air et de l'Espace
quien facilitó al CAEA el
A-4SU s/n 928 en condición de préstamo.
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Revista
conmemorativa de los 100 Años de la Aviación en Burdeos.
El CAEA participó activamente en todas las actividades y
manifestaciones culturales que se llevaron a cabo por el
primer siglo de vida de la aviación en la ciudad
francesa. |
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Respecto de los aviones ejecutivos, el CAEA
conserva al primer avión de serie Dassault Mystère/Falcon 20, que voló
por primera vez el 1o. de enero de 1965 y participó de los ensayos de
certificación del modelo. También se almacenan los fuselajes de los
Falcon 30 y 50, además del prototipo Falcon 20G conocido en Estados
Unidos como HU-25A Guardian.
Finalmente, la última aeronave en llegar al CAEA fue el helicóptero
Aerospatiale Super Frelon n°165, que perteneció
a la Flotille 32 de la Aeronavale francesa. Con 37 años de
servicio, 7122 horas de vuelo, y habiendo rescatado a 79 personas, la
máquina llegó en vuelo el pasado 5 de Mayo de 2010.
Con este breve resumen de las actividades y
patrimonio del Conservatoire de l'Air et de l'Espace d'Aquitaine queda
clara la magnitud del trabajo que realizan sus socios a la hora de
conservar su patrimonio aeronáutico; y del valor del mismo. Sin duda
vale la pena una visita, pues la cantidad de detalles, anécdotas y
aeronaves por descubrir en Mérignac no pueden contenerse ni expresarse
en un solo articulo. Si alguno de nuestros lectores decide encarar esta
excursión, recomendamos ponerse en contacto, anticipadamente y a ser
posible en francés, con el CAEA a través de su pagina web, para así
concertar una visita guiada a sus instalaciones. Las visitas se realizan
de lunes a sábados en horario matutino, por lo que resulta
recomendable llegar a Bordeaux el día anterior y dedicar toda la mañana
a conocer el importante patrimonio de la institución. Dado que el hangar
que dispone el CAEA está ubicado dentro de una base del AdlA, es de
obligado cumplimiento identificarse con pasaporte o DNI; y si accedemos
con nuestro propio vehiculo es necesario presentar el recibo de pago del
seguro automotor. También es muy recomendable, en todo el país galo,
seguir estrictamente las indicaciones sobre la posibilidad de hacer
fotografías o no, pues las fuerzas armadas y de seguridad son
extremadamente estrictas a ese respecto.
Zaragoza, Octubre de 2010
Versión actualizada del artículo publicado previamente en PISTA 18
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