Este aviso de Cinta, Chilean Airlines, fue
publicado en la revista Atlántida de Buenos Aires en agosto de
1957. Puede parecer un aviso de época más, pero da para una radiografía
de la industria en ese momento.
Atlántida
era una revista destinada a la clase media alta y la burguesía, en una
época en que los valores de éstas eran distintos de los actuales.
Competía entonces con El Hogar (que curiosamente era del Estado),
y no puede asimilarse a nada de lo que hay ahora. Quizás la española
Hola sea una mejor referencia. Como dato objetivo diré que en el
número donde salió este aviso hay una reseña sobre el casamiento de la
hija del presidente Aramburu y otra sobre el desfile militar del 9 de
julio. En síntesis, era una revista destinada a un público de cierto
nivel adquisitivo.
El transporte aéreo en ese momento vivía el
apogeo de los motores de pistón, pero ya estaba bastante claro que el
futuro sería de los jets, que empezarían a operar regularmente en 1958.
Era la hora más gloriosa de un servicio glamoroso, cuyas máquinas
estrella eran los Lockheed Super Constellation y Starliner, y los
Douglas DC-6B y DC-7. También era la época de las aerolíneas de bandera
oficiales, que operaban comercialmente bajo el ala de una IATA que
velaba por los pasajes caros y los servicios uniformes.
Pero había un mercado marginal, que
encontraba nichos en los que podía usar estructuras baratas y aviones de
ocasión. A la cabeza de esto estaban los charteros del Atlántico norte y
sir Freddie Laker, pero estos servicios existieron en todo el mundo, y
Cinta fue un digno ejemplo.
La Argentina fue un país hostil a estos
desarrollos. Aquí las tarifas eran fijas y no había posibilidades de
innovar en este aspecto, pero Chile, que no tenía empresas estatales de
larga distancia, tuvo una actitud más abierta a esta posibilidad. En
este marco nacieron en el país transandino dos compañías, Cinta y Ala,
que si bien nunca volaron a la Argentina, publicitaban en Buenos Aires
la posibilidad de viajar a Miami con buenos precios.
Cinta Chilean Airlines (Compañía
Internacional de Turismo Aéreo, código CI) fue fundada alrededor de 1953
y utilizó en sus comienzos Lockheed Lodestar radiados por LAN-Chile.
Probablemente en 1957 comenzó a volar con DC-4 las rutas
Santiago-Antofagasta-Arica-Talara-Miami, y luego
Santiago-Arica-Talara-Panamá-Miami-Nueva York, en abierta competencia
con Panagra y cobrando tarifas que en algunos casos se acercaban a la
mitad de la de ésta. Uno de sus socios era Jorge Carnicero, un argentino
que aquí formó Transcontinental.
Lo divertido de Cinta, que se ve bien en
este aviso, fue que siempre alimentó la confusión en su marketing. Ellos
volaban con Douglas DC-4, mientras que Panagra lo hacía con DC-6B y
DC-7. Los dos eran Douglas, y esto es lo único que dice el aviso. La
diferencia más visible entre el DC-4 y los modelos más nuevos era que
aquél tenía ventanillas redondas. Los publicitarios chilenos hicieron un
recuadro negro alrededor de las ventanillas de sus aviones para que
vistas de lejos parecieran cuadradas, y así aparecen dibujadas aquí. Las
máquinas de Panagra tenían un esquema en el que predominaban el verde y
el amarillo, las de Cinta también. El servicio de Panagra se llamaba “El
Inter Americano”, el de Cinta fue bautizado “El Latinoamericano”.
En 1958 LAN-Chile comenzó a volar a Miami
(con DC-6B) y Aerolíneas en 1959 puso el jet Comet IV en sus rutas
americanas. Los tiempos habían cambiado y el proyecto de Cinta (que en
sus últimos años estuvo fusionada con Ala) perdió sentido. Dejó de
operar en 1959, pero en esos dos años, alentó los viajes de argentinos a
Miami pagando tarifas bajísimas a cambio de tener que ir a Chile y volar
en un avión más lento y no presurizado.
Buenos Aires 12 de
Diciembre de 2009
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