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Pilot Report: Parapente
Vuelo en la naturaleza

Tomando altura durante el vuelo remolcado sobre el río Columbia.

 

Textos y fotos de Ricardo Viti 

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Por trabajo me encuentro en Vancouver, estado de Washington, que es una zona de increíbles contrastes y paisajes naturales, e ideal para disfrutar de algunos deporte aéreos. Aprovechando mi estancia en la costa oeste de los Estados Unidos, el 15 de octubre pasado tuve oportunidad de probar la sensación de volar en parapente.

Desde siempre la experiencia del vuelo me apasiona, he hecho vuelos en planeadores, ultralivianos, helicópteros, avionetas, biplanos y aviones comerciales, una de las "figuritas" que me faltaban era el parapente.

Pensé que como esta es una zona montañosa seria mas fácil encontrar un lugar elevado, pero el dia que volé se hacía desde un banco de arena sobre el río Columbia, en vez de hacerlo desde una colina o montaña. Cabe destacar que el río Columbia separa a los estados de Washington y Oregon, en el noroeste del país. La base se partida estaba ubicada en un banco de arena junto al río, en un suburbio de Portland, Oregón.

Antes de comenzar el vuelo, lo fundamental es equiparse para el mismo. El equipo básico consistió en un casco, un sencillo mono de aviador que va sobre la ropa y el chaleco salvavidas, pues íbamos a volar sobre el agua.

Preparando el ala sobre la playa.

La maniobra desde el banco de arena se realizo con una cuerda que arrastraba una lancha, como si fuera "parasailing" pero con la diferencia que iríamos mucho mas alto, hasta los 3000 ft (unos 1000 m) de altura aproximadamente, y soltaríamos la cuerda para planear hasta el suelo. Me toco una instructora alemana, Maren Ludwig, muy guapa, que me explico como haríamos el vuelo y las diversas alternativas del mismo.

Lo mas importante, y probablemente lo mas difícil, es lograr previo al despegue que el ala se encuentre desplegada sobre la cabeza de la tripulación, después es mucho mas simple que cualquier otra aeronave que he intentado volar. El seguir a la lancha no requiere mucho esfuerzo, salvo mantenerse fuera del radio de giro (en el ala delta o en el planeador estas maniobras son mucho mas complicadas y peligrosas).

En general me pareció muy simple el vuelo en parapente. Solo hay dos controles, una cuerda de cada lado que recoge la punta del ala haciendo que el parapente gire hacia el lado que se realiza la maniobra. También se puede tirar de las dos cuerdas a la vez, esto actúa como freno y eventualmente produce una perdida, haciendo que el ala se colapse peligrosamente.

Una vez alcanzados los 3000 ft soltamos la cuerda, y prácticamente no se sintió ninguna diferencia, salvo mas tranquilidad y la sensación de estar quietos en el cielo. En el planeador o el ala delta cuando se suelta la cuerda se siente diferente, es mucho mas notable la diferencia entre volar remolcado ó no. La posición de vuelo es cómoda, uno va sentado, y la turbulencia se nota muy poco, apenas unos "saltitos".

Las aeronaves electricas gana adeptos segun aumenta sus prestaciones. En la imagen el Electric Lazair, basado en un ultraligero diseñado hace más de 30 años por Dale Kramer, miembro de la EAA.

Una vez libres en el aire, intente giros de 180 grados hacia la izquierda y la derecha. Maren me demostró giros realmente escarpados, donde girábamos como un trombo y se sentía la fuerza centrifuga aplastarnos contra el asiento. A diferencia de otras aeronaves, en el parapente no hay controles para subir o bajar, es solo el girar hacia un lado u otro, y la reacción del ala es también mas suave, por lo que hay que esperar a que reaccione. La velocidad de vuelo, es constantes y de aproximadamente unos 40 km/h.

Una vez cerca del suelo, ambos salimos de la silla y nos quedamos colgados hasta el aterrizaje, donde a ultimo momento el piloto frena el ala para disminuir la velocidad y tomar tierra.

Lo cierto es que disfrute mucho de la sensación de vuelo y la experiencia valió la pena. Para completar la experiencia, me gustaría intentarlo desde montañas y con térmicas, pero eso quedará para la próxima oportunidad...

Washington (Oregon), 22 de Noviembre de 2010


 

Imagen de portada

Una de las técnicas para que un ala tome altura es remolcarla, lo cual se puede hacer de muchas maneras. En este caso, se empleaba una lancha que navegaba por el río Columbia.



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