El 12 de Enero del presente año Haití, el
país mas empobrecido de América, sufrió un terremoto que literalmente
casi hizo desaparecer el país destruyendo las pocas entidades y
servicios que sirven de ayuda a su sufrida población.
Esta catástrofe se sumo a un sinnúmero de
acontecimientos políticos que se vienen sucediendo hace décadas y que
han contribuido al empobrecimiento de esta nación.
Como si la terrible dictadura de Françoise
Douvalier no fuera poco, a este le siguieron un grupo de gobernantes
poco útiles, incapaces estos de terminar con las bandas armadas
lideradas por personajes como Louis Chamblain y Guy Philippe, lideres
estos, de grupos parapoliciales que sembraron el terror en Haití. Estos
personajes se hicieron fuertes manteniendo el control en el norte y
centro de Haití en localidades como Gonaives, San Marcos e Hinche.
La situación en Haití provocó que la Organización de los Estados
Americanos (OEA) le reclamara al presidente Aristide que cumpliera con la propuesta de la Comunidad del Caribe
propuesta apoyada por Brasil, Perú, Panamá y Canadá.
Estas propuestas no aceptadas y otros acontecimientos resuelven a
Aristide a abandonar el gobierno asumiendo un ex miembro de la Corte
Suprema, Boniface Alexandre, el que a la postre es elegido como
presidente convocando este a un gobierno de reconciliación nacional.
Esta propuesta también fracasa y decide finalmente a las (United
Nations - Naciones Unidas, UN) a tomar
acción directa a fin de pacificar a esta atribulada nación.
En estas circunstancias comienzan a surgir nuevamente bandas armadas
Estos acontecimientos y otros precedentes hacían pensar que sólo una
fuerza de intervención de UN podría pacificar y marcar el camino de una
transición hacia un gobierno estable que sacase a Haití de la pobreza y
de la marginación.
El 30 de Abril del 2004 por medio de la resolución 1542 se organizó la
Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSTAH).
El cometido de esta misión consistía en apoyar el proceso de transición
política, organizar una fuerza policíaca a nivel nacional y
desactivación de los grupos o bandas armadas existentes.
Naciones Unidas autorizó la movilización de hasta 6700 efectivos
militares y 1200 policías civiles siendo Brasil el país que debería
estar a cargo del comando de esta misión.
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Los Boeing C-17A
Globemaster III 00-0177 y 06-6163 en la saturada
plataforma del aeropuerto de Las Ameritas de Santo
Domingo. El despliegue norteamericano a la zona de
la catástrofe fue notoriamente rápido y contundente
(foto: Gustavo Amarelle). |
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El 16 de Junio del
2004 la República Argentina resuelve formar parte del contingente de UN.
Por iniciativa del PEN (Poder Ejecutivo Nacional) con acuerdo del
Congreso de la Nación se promulgó la ley que autorizaba la salida del
país de tropas con destino a Haití. Esta fuerza se denominó Batallón
Conjunto Argentino Haití 1 y de esta forma tomar parte en la misión de
la MINUSTAH.
El estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas destinó a
Haití elementos del Ejército, la Armada
(Infantería de Marina) y la Fuerza Aérea
Argentina (FAA).
Esta última aportó
personal médico y un hospital reubicable destinado a brindar atención
médica al componente argentino; es de hacer notar que una fuerza de
seguridad como la Gendarmería Nacional ha aportado personal
especializado en tareas de investigación especialmente en el área de la
lucha contra las drogas. Todas las fuerzas involucradas han aportado sus
medios y efectos a fin de cumplir con la misión asignada.
Una
nueva catástrofe se suma - La ayuda recibida
Como si fueran pocos
los problemas causados por las desavenencias políticas de los haitianos,
este pueblo también ha sido castigado por pestes y cataclismos naturales
como huracanes y el mas reciente terremoto producido el 12 de Enero del
presente año.
Este terrible terremoto que alcanzó el grado siete en la Escala
Internacional de Mercali, fue el que dio sin dudas el golpe de gracia a
esta empobrecida sociedad. Su capital Puerto Príncipe fue literalmente
borrada de la faz de la tierra colapsando totalmente las sedes de sus
organismos gubernamentales mas importantes como la mismísima Casa de
Gobierno, y otros organismos oficiales por lo que se podía afirmar que
el Estado de Haití había desaparecido, incluso la Catedral y el edificio
de UN donde funcionaba el Estado Mayor de MINUSTAH habían colapsado por
completo.
Es aquí donde se produce la muerte de la Plana Mayor del Comando de la
MINUSTAH compuesto mayormente por oficiales chilenos. Es en este mismo
lugar es donde se produce la muerte del cabo primero de la Gendarmeria
Argentina Gustavo A. Gómez de 33 años de edad. El Cabo primero Gómez
cumplía tareas en la policía científica especializándose en la División
Antidrogas.
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El TC-69 en la
plataforma de cargas de la Iª Brigada Aérea de El
palomar a la espera de completar su carga para
partir con destino a Haití. Nótese que han sido
desmontados los soportes subalares exteriores que
habitualmente lleva este KC-130H con los sistemas
para reabastecimiento en vuelo, totalmente
innecesarios para este tipo de misión. (foto:
Guillermo E. Sentis). |
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La situación del país
caribeño movilizó al Estado Argentino el que tomo la inmediata decisión
de acudir con ayuda suplementaria a este. Actitudes como estas no son
nuevas ya que tradicionalmente Argentina ha acudido con ayuda a países
en emergencia como la prestada en 1953 a Turquía afectada también por un
terremoto. En esa oportunidad un Lancastrian y un C-54 de la FAA volaron
con destino a Ankara y a otras ciudades transportando la ayuda enviada
por Argentina.
En esta oportunidad el
Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas fue el encargado de
organizar el rápido envió de la ayuda necesaria a través de la Jefatura
IV Logística a cargo del Coronel Ventura G. Greene lo que motivó que una
vez mas la Ira. Brigada Aérea de El Palomar con sus Hercules
C-130 del Grupo I de Transporte fuera la encargada de hacer llegar la
ayuda lo mas rápidamente posible.
Esta Unidad de la FAA, desde la incorporación, en 1968 de los Hercules
C-130, ha cumplido con veintiún misiones humanitarias al exterior del país
siendo la primera de estas la realizada en 1970 cuando completara 5
vuelos al Perú auxiliando a esta nación al ser afectada también por un
terremoto. En esta oportunidad el Grupo I de Transporte, cubierto de
gloria en las acciones del Atlántico Sur en 1982, se hizo presente en
Haití llevando la ayuda tan necesaria.
En ese período de tiempo algunas de las máquinas del Grupo I estaban
siendo sometidas a inspecciones rutinarias (TC-100 y TC-61), mientras que
el TC-56 y TC-70 se encontraban enmarcadas en la “Fuerza de Tareas
Conjuntas Dakar 2010”. También participaban de dicho operativo
dos Fokker F-28 también de la Iª Brigada
Aérea y helicópteros Bell UH-1H Huey II del Comando de Aviación
de Ejército. Ambas situaciones
motivaron que los vuelos destinados a transportar al continente a
miembros de las dotaciones de las bases en la Antártida Argentina se
vieran retrasados en virtud de las necesidades de último momento.
El día 15 de Enero la
Presidente de la Nación y la Ministro de Defensa se hicieron presentes
en la Iª Brigada Aérea de El Palomar para asistir a la partida del
primer Hercules despachado hacia Haití. En este primer vuelo, realizado por el TC-70 (KC-130H configurado como carguero con tripulación reforzada de 13 tripulantes
y que fuera retirado del “Operativo Dakar”) se pudieron transportar los
elementos necesarios para abastecer el hospital reubicable de la FAA en
Puerto Príncipe. Esta acción se realizo mediante el envío de personal
médico e insumos.
En total se enviaron 35 pasajeros y 10.500Kg de carga discriminados de
la siguiente forma 2500 Kgs. de leche en polvo, 3500 de conservas y 4500
Kgs. de medicamentos como ser antibióticos, sueros, pastillas
potabilizadoras, insumos para realizar yesos, gasas y vendas. La hora de
partida se registró pasadas la 18.00 Hs. en virtud que el Hercules
debía arribar a Haití en horas del día ya que de lo contrario no podría
aterrizar debido a la falta de todo tipo de ayuda para realizar las
maniobras de aproximación y aterrizaje.
¡Load masters en acción!
(Fotos: Guillermo E. Sentis) |
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El personal militar
carga a bordo del Hercules cuatro baños químicos destinados al
Hospital Reubicable de la FAA. |
Las medicinas, sueros y diverso
material sanitario se carga paletizado al TC-69 |
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El hospital de la FAA, ubicado en las cercanías del aeropuerto, era el
único que permitía la atención de los heridos ya que los restantes
hospitales y centros sanitarios de la capital habían sido destruidos por
el sismo. Esta situación por momentos sobrepasó la capacidad de los
cincuenta y siete profesionales del hospital los que en las primeras
horas de ocurrido el sismo atendieron innumerable cantidad de personas
que se agolpaban a las puertas del hospital y a casi ciento setenta
miembros del contingente de UN.
El hospital, muy bien equipado tecnológicamente y con una capacidad de
veinte camas, capacidad que puede ser ampliada a treinta camas, se vio
sobrepasado en las primeras veinticuatro horas de producido el sismo. No
hay que olvidar que la función de este hospital consistía en brindar
atención a los efectivos del componente de UN, no estando preparado para
atender a la población de Puerto Príncipe víctima esta de un terremoto.
El Hospital Reubicable de la FAA ya ha sido utilizado en otras
situaciones de emergencia ocurridas en el territorio argentino
(Resistencia) y hasta en Europa ye que este fue utilizado por el
contingente argentino de UN en Kosovo.
La gravedad del terremoto fue tal que la ayuda internacional no se hizo
esperar lo que provoco que el Aeropuerto Internacional Toussaint
Louverture de Puerto Príncipe quedara colapsado a las pocas horas de
comenzada a ser enviada la ayuda. Es de remarcar que este aeropuerto
posee la única pista asfaltada de Haití, la que no sufrió daños de
importancia, sin embargo, la estructura de la torre de control quedó
totalmente fisurada e inoperable.
Esta situación motivó
que los aterrizajes se tuvieran que realizar en condición visual durante
las horas del el día, lo que obligó que el TC-70 como otros aviones
fueran desviados al aeropuerto de Santo Domingo donde esperarían la
autorización para poder trasladarse a Puerto Príncipe. Esta acuciante
situación motivó que el presidente de Haití,
Renne Preval, firmara el 15 de Enero un
convenio con
Kenneth Merten, el Embajador de los EE.UU. en el caribeño pais, para que efectivos militares
norteamericanos se hiciesen cargo transitoriamente de controlar el perímetro
del aeropuerto y su espacio aéreo.
Este acuerdo permitió por parte de los EE.UU. constituir la Joint Task-Force
41 (JTF-41) a cargo del Almirante Dave Thomas el que permaneció a bordo
de la nave insignia de la JTF, el porta helicópteros
USS Bataan (LHD-5) el que transportaba
a bordo elementos del 22nd Marine Expeditionary Unit (MEU), unidad
especializada en llevar a cabo misiones humanitarias. Este buque fue
complementado por el portaviones
USS Carl Vinson (CVN-70),
que arribó al sector con un total de
diecinueve helicópteros embarcados.
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El MH-53E Sea Dragon (Bu.
1648629) BJ-553 del Helicopter Mine Support Squadron
One Four (HM-14) de la US Navy desplegado en la isla
La Española, que comparten Haití y la República
Dominicana (foto: Gustavo
Amarelle). |
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En el aeropuerto de Puerto
Príncipe,
mientras tanto, los americanos armaron una Terminal de Carga dotada de
todos elementos necesarios para despachar los ciento cincuenta vuelos
diarios, como así también facilidades para el reaprovisionamiento de
combustible para los aviones de EE.UU. y de otros países.
Los tripulantes de nuestros C-130 comentaron la celeridad con que eran
despachados por esta Terminal de Carga de la USAF los vuelos
provenientes de Santo Domingo.
En el pequeño aeropuerto se apiñaban C-17 Globemaster III de la USAF,
e incluso uno de la Qatar Emiri Air Force
con los colores de Qatar Airways,
C-130 Hercules
civiles y militares de varios países,
y helicópteros de distintos modelos.
Los H-60 y H-53 norteamericanos fueron los
encargados de transportar el material
recibido hacia el interior de la isla,
ya que la mayor parte de los caminos quedaron intransitables.
Específicamente en lo que atañe a los vuelos realizados por la FAA,
los
C-130 de la Iª
Brigada Aérea de El Palomar realizaron la travesía en
un tiempo de dieciséis horas de vuelo realizando escalas en Resistencia
(Argentina) y Manaos (Brasil), arribando finalmente a Santo Domingo a la
espera de ser autorizado a volar a Puerto Príncipe. Esta situación
provocó que mientras el TC-70 (primer vuelo enviado),
esperaba para ser
autorizado a despegar hacia Puerto Príncipe arribó a Santo Domingo el
segundo Hercules enviado, el TC-69, debiendo
ambos aguardar dicha autorización.
Este segundo Hercules, también un KC-130H,
enviado el día 16 de Enero, sería el encargado de transportar mas ayuda.
En este vuelo, el Estado mayor
Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCFFAA), envió una planta potabilizadora de agua del
tipo “osmosis inversa” la que puede procesar un caudal
de seis mil
litros por hora del vital elemento. Este tipo de planta potabilizadora ha sido
proyectada y construida por el Ejército Argentino y fue destinada en
principio para abastecer al Hospital de la FAA en Puerto Príncipe, lo
mismo que los cinco baños químicos enviados con el mismo destino.
Es de destacar que la premura en el envío de estas instalaciones
obligaron a que estos fueran adquiridos ese mismo día en horas de la
mañana, lo que forzó a la Jefatura IV de Logística del EMCFFAA a
trabajar a destajo para conseguir estos elementos, como así también el
resto de los insumos enviados, consistentes en: antibióticos,
analgésicos, pastillas potabilizadoras, suero fisiológico, etc.
Todo ello fue acumulado en cincuenta bultos
posteriormente paletizados para ser embarcados en el Hercules.
Este segundo vuelo también sirvió para enviar un refuerzo en la dotación
de médicos, Cascos Blancos, cinco oficiales del Grupo K-9 del Ejercito
de Uruguay el que transportaron igual cantidad de perros especialmente
entrenados para localizar víctimas sepultadas en derrumbes, también
fueron transportados un grupo de periodistas de distintos medios locales
y un ciudadano haitiano.
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La tripulación del
Hercules TC-70 a su regreso del primer vuelo de
ayuda humanitaria a Haití. El personal de la FAA
voló con destino al Aeroparque porteño, para
desembarcar alli y rendirle honores militares al
Cabo 1º de la Gendarmería Nacional Gustavo A. Gómez,
caído en el cumplimiento del deber mientras se
desempeñaba en Haití (foto: Guillermo E. Sentis). |
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El día 19 de Enero arribo a la Estación Militar del Aeroparque Jorge
Newbery el TC-70 transportando los restos mortales del Cabo Primero de
Gendarmería Gustavo A. Gómez los que después de recibir los honores
correspondientes fueron embarcados en un avión Pilatus PC-12 del Cuerpo
de la Aviación de Gendarmería con destino a la provincia de Misiones de
donde era oriundo el gendarme caído en cumplimiento del deber.
El 24 de Enero a la 03.00 horas de la madrugada partió desde el Palomar
el tercer Hercules, se trató nuevamente del TC-70 el que con otra
tripulación reforzada partió rumbo a Santo Domingo con destino final
Puerto Príncipe. En este tercer vuelo se transportaron repuestos para
los grupos electrógenos, mas insumos hospitalarios y equipos de
comunicaciones, concretamente, teléfonos satelitales. Adicionalmente se
transportaron seis miembros de los Cascos Blancos y personal de refuerzo
para el hospital, un total de nueve médicos pertenecientes al
Contingente Haití XII. El plan de vuelo del TC-70 en esta oportunidad
seria alterado por la necesidad de realizar una escala en Asunción del
Paraguay con motivo de embarcar a tres Cascos Blancos paraguayos junto a
una cantidad de elementos e insumos aportados por el vecino país.
El Martes 26 de Enero se registra el arribo a la Estación Militar del
Aeroparque Jorge Newbery del TC-70 el que transportó los restos mortales
del Teniente Coronel del Ejército Uruguayo Daniel Martirené Rubial, que
permanecía desaparecido desde el día de producido el terremoto. Este
oficial perteneciente al Estado Mayor de la MINUSTAH pereció en las
mismas circunstancias que el Cabo Primero Gómez, al colapsar el edificio
donde funcionaban las oficinas de UN. En dicha estación aérea los restos
del oficial Uruguayo fueron escoltados por una guardia de Honor de la
FAA y posteriormente embarcados en un CASA C-212M-200FF del Grupo 3 de
Transporte la Base Aérea 1 de la Fuerza Aérea Uruguaya, el que partió a
la caída del sol rumbo a Montevideo.
En el TC-70 también arribaron miembros de Cascos Blancos, personal
sanitario de la FAA, una familia haitiana que solicitó ser trasladada a
Argentina y miembros de una asociación no gubernamental dedicada a
brindar ayuda en situaciones de catástrofes la K-9 Creixell Ezeiza
Argentina, entidad que aporto la presencia de una perra -Lola-
especialmente entrenada para tareas de búsqueda de personas la que ubicó
una importante cantidad de personas que pudieron ser rescatadas con
vida.
En cuanto a los vuelos en sí mismos estos se realizaron con total
normalidad no produciéndose novedades de importancia; solo se puede
mencionar la circunstancia de dificultad al intentar realizar el
reaprovisionamiento de combustible en el segundo vuelo del TC-70,
situación que finalmente pudo ser superada realizando la carga parcial
de combustible en Puerto Príncipe y completando esta en Santo Domingo.
Si bien en principio y según trascendidos, la ayuda que Argentina
brindaría a Haití consistiría en el envío de diez vuelos, hasta el
momento sólo se han concretado tres. La razón de esto posiblemente se
deba al necesidad de cumplir otras misiones en el ámbito nacional por
los medios del Grupo I de Transporte no cabiendo dudas que en la primera
oportunidad en que los C-130 de la FAA estén disponibles, nuevamente
serán alistados para transportar los elementos tan necesarios para el
pueblo de Haití, cumpliendo una vez mas con el precepto de la Unidad “
Poder para que otros puedan”.
Hurlingham, 16 de
Febrero de 2010
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