Fotografiar aviones suele ser apasionante, mas aún para
quienes “los mas pesados que el aire “representan algo mucho mas que un
Hobby, una pasión.
Para lograr resultados aceptables, en principio, hay que tener presentes
algunos aspectos básicos en lo referente al equipamiento, la técnica de
la toma y a la forma de conducirse en los lugares donde realizaremos
nuestro trabajo.
La oportunidad de ver aviones de muy cerca y poder fotografiarlos,
estáticos o en acción, se circunscribe principalmente a Festivales
Aeronáuticos, Exposiciones o a las conocidas Jornadas de Puertas
Abiertas u “Open Day” generalmente de carácter militar. Estos últimos,
suelen ser los mas interesantes y espectaculares por el tipo de
aeronaves que podemos observar y fotografiar. Como aspecto negativo en
el caso de Open Day, nuestros movimientos suelen estar un poco más
restringidos que en una exposición u otro tipo de muestra, por obvias
razones.
El tipo de fotografía que hagamos, también puede variar según nuestras
necesidades y gusto. Esto es así ya que podemos realizar una tarea
totalmente aislada o amateur, conocida como “spotting”, o un trabajo mas
profesional, si es el caso que nuestra tarea está dirigida “cubrir” el
evento en cuestión para un medio especializado, lo que se conoce como
“colaboración”.
Para comenzar la jornada siempre es recomendable llegar temprano a donde
se realice la reunión, de esta forma nos aseguraremos no sólo encontrar
un buen lugar, sino que además podremos observar la disposición de los
aviones expuestos, confirmar los horarios de vuelo y como esta
diagramada en general la actividad del día.
Si los aviones no están rodeados por ninguna valla, esto complica un
poco las cosas ya que seremos obstaculizados por los eternos “curiosos
de la nada", los que miran sin ver. Estos personajes, solos o secundados
por algún acompañante no aficionado a la aeronáutica, frecuentemente se
interponen entre nosotros y el tan deseado avión a fotografiar. La
paciencia y la calma, también forman parte del equipo básico de un
fotógrafo.
En aconsejable por lo tanto, siempre que sea posible, contactar alguna
de las autoridades y explicarles los motivos e intenciones que nos
movilizaron a estar presentes, a fin de lograr un “pase” y así obtener
una ubicación “del otro lado de las vallas” o próximo a la Línea de
Vuelo, si logramos esto nuestro día habrá comenzado bien.
Si nuestro cometido llega a buen término tendremos oportunidad de
fotografiar los aviones limpios, sin extraños, pudiendo buscar los
ángulos mas apropiados para nuestras fotos.
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La imagen capta en
perfecto movimiento la aproximación de dos Super
Puma del Comando de Aviación de Ejercito a la
plataforma de Campo de Mayo. Aunque el objeto
principal de la foto es el helicóptero en primer
plano, la existencia de dos maquinas en el encuadre
da idea de movimiento y del recorrido que están
siguiendo los helicópteros en la aproximación. |
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Un punto fundamental es tener bien en claro por donde
se desplazarán los aviones, es decir las calles de rodaje, a fin de
lograr poder conseguir una buena ubicación.
Otro punto a tener en cuenta es el respeto, no bebemos tocar ningún
componente de la aeronave y si deseamos fotografiar un sector en
especial debemos contar con la autorización de su piloto o encargado del
avión, esto es fundamental y hace a la seguridad de todos.
En cuanto a las tomas a realizar, algunas son básicas. Si nuestra
intención es fotografiar para tener un recuerdo nos limitaremos a
fotografiar lo mas correctamente posible las máquinas, no siendo
necesario contar con una ubicación en especial.
Para los spotters por el contrario les convendrá en este caso realizar
las gestiones ya descriptas a fin de asegurarse un buen lugar. Las tomas
preferidas por estos aficionados y conocedores del tema se basan en
fotografiar: perfiles, tres cuartos de perfil, tratando en toda
oportunidad de captar las matrículas, insignias, emblemas o esquemas de
pintura como así todo detalle particular que sirva para
identificar a la máquina en el tiempo. Lo que es imprescindible pues se
trata de un grupo de estudiosos de las máquinas y de la vida operativa
de estas a lo largo del tiempo.
De todas maneras el conjunto de entusiastas, fuere cual fuere su
especial motivación todos tratarán de lograr el mejor de los resultados.
Dentro de estos grupos mencionados no es posible olvidar a los que están
interesados en obtener fotos generales de las máquinas y especialmente
detalles técnicos, nos referimos a los modelistas, para los cuales estas
oportunidades representan de gran ayuda para su apasionante hobby.
No obstante estas categorías bien marcadas por sus estilos entre si
pueden contener a fotógrafos que realizan su tarea mas profesionalmente
ya que pueden trabajar para publicaciones especializadas. Estos últimos
trataran de cubrir todos los aspectos antes mencionados.
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El fondo fuera de foco,
y la visión parcial del avión centran la atención en
el cockpit abierto y en los cascos colgados de la
escalerilla. El resultado es una foto atractiva y
con una innegable temática aeronáutica que vas mas
allá de mostrar simplemente un Mirage 2000
estacionado en platafoma. |
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Para completar un buen trabajo es siempre recomendable realizar lo que
se denomina “Nota de Color” consistente en captar todos aquellos
detalles que rodean a la actividad de vuelo, al entorno que rodea al
avión, sus mecánicos y pilotos. Para graficar esto siempre es
interesante hacer fotos, por ejemplo, de un casco de vuelo apoyado en un
parabrisas, un piloto haciendo apuntes en su pernera o cambiando
impresiones con un mecánico, a estos completando una inspección de
último momento, en fin, muchas y de variado tipo pueden ser estas
instantanes, el fotógrafo decidirá en el momento cual es la mas
atractiva.
Es importante tener en cuenta a la hora de fotografiar que es bueno
buscar ángulos distintos a fin de dar más fuerza, más carácter a la
toma. Esto se logra abandonando la típica postura de “parado”, el
fotógrafo puede inclinarse levemente hacia abajo o hasta hacer una toma
“rodilla en tierra” si se realizan tomas de abajo hacia arriba estas
consiguen dar un carácter mas agresivo a la foto.
También es muy adecuado buscar puntos elevados para fotografiar los
aviones desde arriba, esta acción nos dará un distinto ángulo de visión.
Esta posición la podemos encontrar a partir del techo de algunas de las
instalaciones del aeródromo o si es posible, no siempre es así, acceder
a un sector de la torre de vuelo. No olvide que todo es posible si se
apela a la educación y buenos modales para solicitar las cosas.
Hay un aspecto que considero importante y nos ahorrara algún disgusto,
no traspase sin autorización lugares y/o sectores vedados, por mas que
nuestra curiosidad nos lleve a la tentación de hacerlo.
En cuanto al equipo a utilizar en estos primeros momentos ya descriptos,
nos bastará con una cámara dotada de un lente Gran Angular puede ser un
28 ó 35mm y un 50mm, considerado como el normal. En caso de poseer un
Zoom el adecuado estará en el rango de los 28-70mm, incluso podemos
utilizar teleobjetivos como un 180mm ó un Zoom equivalente, con el que
se logran obtener acercamientos en primeros planos muy interesantes.
Si el día es soleado utilizaremos una sensibilidad de 100 ISO y una
velocidad de 60 ó 125 lo que nos proporcionará una aceptable profundidad
de campo. Estas características pueden ser logradas con cámaras del tipo
compactas, SLR (Single Lens Réflex) o Réflex SLR, ya sean analógicas o
digitales.
Todas estas acciones las podemos realizar con toda tranquilidad hasta el
momento de la puesta en marcha de los aviones, aquí cambia el panorama.
No debemos esperar a que nos vengan a mover a otra posición, o en el
peor de los casos que nuestro comportamiento provoque que “amablemente”
nos inviten a retirarnos del lugar. En este momento nosotros mismos
tenemos que darnos cuenta que estamos ante una situación de peligro y
ubicarnos en un lugar correcto.
Esto hará que el personal de seguridad y mecánicos se olviden de
nosotros, posibilitándonos así, realizar un trabajo libre de
interferencias, esta es la ocasión justa para utilizar nuestros lentes
mas “largos” o moderadamente “largos” para fotografiar los variados
movimientos de esos momentos. De ésta forma todo será mucho más fácil
pudiendo realizar tomas sin dudas, excelentes.
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Las patrullas
acrobáticas suelen ser tan vistosas como difíciles
de captar. La multiplicidad de aeronaves y
movimientos tienden a despistar al fotógrafo y
resulta difícil centrarse en una avión o maniobra en
particular. Las pasadas en grupo y en una sola
dirección favorecen al fotografo. En este caso la
Ecuadrilla da Fumaça, luciendo su antiguo esquema de
colores sobrevuela Los Cerrillos en Santiago de
Chile. |
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Si él aficionado esta encuadrado en la categoría y gusto de un spotter,
lo mas adecuado es recurrir a la utilización de una cámara SLR con la
que obtendrá resultados superiores gracias al empleo de lentes de tipo
Zoom de mayor rendimiento que los antes mencionados. También es de hacer
notar que una SLR es mucho mas sofisticada en diseño que una “compacta”
por lo tanto los programas y modos de trabajar con este tipo de cámaras
se verán reflejados en mejores resultados. Por último nos encontramos
con los más afortunados que poseen cámaras del tipo Réflex,
semiprofesionales o profesionales, las Réflex SLR con ópticas
intercambiables. Estas cámaras ofrecen posibilidades de trabajo
netamente superiores a las anteriormente mencionadas, ya que estas
posibilitan el intercambio de lentes, desde Gran Angulares pasando por
teleobjetivos y hasta Súper teleobjetivos, como así también una serie de
accesorios como mmotores (en las mas modernas ya incorporados de
fábrica), duplicadores de distancia focal y sistemas de flash
sofisticados.
Por supuesto todo esto estará supeditado a las posibilidades económicas
de cada fotógrafo o aficionado.
Sin embargo es muy importante mencionar que no es una condición
excluyente poseer equipos como los mencionados en el último de los
casos, poseer una muy sofisticada cámara no garantiza de ninguna manera
buenos resultados.
Muchos son los que con cámaras “TOP” suelen obtener resultados
extremadamente pobres, de no ser por los automatismos y el autofocus.
.La técnica de la toma está supeditada al gusto y estilo de cada
fotógrafo. Pudiendo éste utilizar los distintos programas o modos de la
cámara.. Estos modos incluyen, desde la posibilidad de utilizar la
cámara en Manual o en modos con prioridad de Velocidad o Diafragma o
incluso totalmente automática. Estas modalidades son extensivas también
al sistema de enfoque que también puede ser manual o Autofocus. Estos
aspectos forman parte de lo que se conoce como Configuración de la
Cámara.
De utilizar una del tipo digital, la configuración incluye como ítem
fundamental, la resolución. A partir de esta se selecciona la compresión
de las fotos a realizar.
Esta compresión tendrá ingerencia en la definición de la imagen como así
también en el tamaño de las copias que podremos realizar posteriormente,
merced a la cantidad de pixeles y al formato del archivo seleccionado ,JPEG
o RAW, este último recomendado para la realización de copias de muy alta
resolución y gran tamaño.
La resolución más conveniente es la de rango Medio Fina o Medio Normal
de 2544 x 1966 Pixeles ideales para lograr copias tamaño A-4 o A-5.
El Formato RAW por su parte requiere un post procesado un poco mas
complejo de la imagen en el ordenador, siendo necesario un programa de
edición específico, por otra parte la cantidad de imágenes que se puedan
almacenar en la tarjeta de memoria será sensiblemente menor, como así
también la cantidad de fotos a realizar en la secuencia de disparo, que
si se emplea el formato JPEG.
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Conocer los mejores
encuadres de un avion en particular siempre es una
ventaja. La larga proa del IAI Finger favorece las
fotos de 3/4 tomadas a ras de suelo y con un
objetivo gran agular. Si la toma es buena, el cielo
plomizo y poco favorecedor pasa a un segundo plano. |
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Al momento en que comienza la actividad de vuelo con la puesta en marcha
de los motores, es aquí donde comienza el cambio en el modo de trabajar.
Por lo tanto el hasta ese momento reportaje fotográfico, comienza a
transformarse en una sesión de fotografía poco menos que deportiva, esto
se debe a que los objetos y personas comienzan a desplazarse rápidamente
ante nuestros ojos.
Mecánicos, señaleros, personal de seguridad comienzan a moverse
rápidamente en torno a los aviones, es en esos momentos que podemos
comenzar realizando tomas que darán “vida” a la foto. Todo esto previo
al momento en que los aviones comienzan con lo que se conoce como
“romper inercia”, aquí comienza la verdadera acción.
Siempre conduciéndonos con cuidado y guardando distancia prudencial,
podemos realizar tomas de frente y ¾ de perfil, utilizando ahora un
lente 80-200mm, aumentando la velocidad de obturación a 250 ó superior y
la rapidez de la película o la sensibilidad del sensor seleccionándose
esta en 200 ó 400 ISO.
En caso de poder utilizar un teleobjetivo de 300mm, incluso algunos Zoom
80-200 o similares, es de suma utilidad utilizar un Monopié, la mayor
parte de los lentes de este tipo están dotados de un soporte, que además
de permitir su fijación al mencionado Monopié, permiten girar la cámara
y así realizar tomas verticales como apaisadas con mucha comodidad. Un
trípode también es posible de utilizar en estas circunstancias con el
mismo cometido, aunque éste es más engorroso de transportar y de
manipular en momentos en que el fotógrafo debe cambiar de ubicación
constantemente.
En el momento, en que comienza la acción deberemos estar atentos a los gestos
del piloto, este seguramente realizara movimientos, observando a su
alrededor, señas al personal de tierra y hasta un “todo OK con su
pulgar para el personal, y por que no, para la foto.
Si el objeto a fotografiar se trata de un jet el efecto del aire caliente proveniente de su
turbina sumado a la utilización de un lente mas largo nos permitirá
obtener tomas impactantes y con mucha fuerza.
Si es posible captar el despegue de los jets, es interesante fotografiar
la trepada del aparato ni bien deja la tierra y la post
combustión de su reactor, todo esto es muy apasionante, lo que vemos a
través del visor, el ruido, y el “embriagante” olor del kerossene
quemado, nos pondrá los pelos de punta, al tiempo que contenemos
intuitivamente la respiración al momento de disparar el obturador, con
lo que se evita el movimiento de la cámara.
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El "valet" previo al
vuelo que ejecuta el personal de tierra es siempre
curioso y da lugar a tomas con mucha fuerza y
acción. Vale la pena estar atentos a estos
movimientos que distinguen una toma común de otra
más especial. En este caso el foco de la imagen se
centra en piloto y mecánico, quienes dan vida a la
imagen de este EMB-326GB que solo se ve
parcialmente. |
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Durante estos excitantes momentos, ni hablar si los aviones que se
mueven son mas de dos, enfermizamente pensamos; “Dios mío, que momento,
son hermosos, que me trague la turbina”. Es un poco exagerado, pero la
pasión y la adrenalina que nos provoca lo que vemos es mucha y nos lleva
a pensar cosas descabelladas, sin embargo, creo que esa pasión que
ponemos es la que nos hace, obtener mejores resultados.
Por razones de seguridad las evoluciones de los aviones se realizan
sobre la vertical del campo de aviación y no sobre el público y a
alturas de seguridad determinadas. Esto provoca que en ocasiones los
aviones ocupen una pequeña porción de nuestro visor, incluso cuando
utilizamos una óptica larga de 200mm o superior. Es aquí que debemos
decidirnos a fotografiar “pequeños aviones de oscuras siluetas, de
acuerdo a como le “pegue la luz”, o realizar una toma de un vuelo a baja
altura, el pasaje cerrado o el espeluznante cruce de una escuadrilla
acrobática, también a baja altura.
Personalmente prefiero estas últimas acciones, disparar con mi cámara una vez que
estén mucho mas cerca, o cuando se aproximan al aterrizaje.
La acción destinada a conseguir que lo que fotografiamos en vuelo este
en foco es fundamental, pero nada difícil de conseguir, si tenemos un
lente de foco manual siempre deberá estar colocado en “infinito”, por su
parte si utilizamos el Autofocus, seleccionemos el modo AI-Servo, este
permite que la cámara enfoque los objetos en forma automática, ya sea
mientras se alejan o acercan.
Un factor de suma importancia y que no podemos olvidar es la luz, ya que
al seguir las evoluciones de los aviones podemos encontrar un fuerte
contraluz, el resultado serán siluetas completamente oscuras y pequeñas:
no sirven.
Con respecto a la luz es aconsejable, salvo que la acción lo justifique,
evitemos la luz Cenital del medio día, nos restará detalles, provocando
que sectores de las máquinas queden obscuros, sin detalle.
Este momento, el del aterrizaje , también es mas que interesante para
fotografiar ya que podemos obtener fotos muy atractivas de los aviones
con todas sus “Chapas” abajo, es decir sus flaps, slats y frenos
dinámicos abiertos, esperando el momento que sus ruedas tocan el piso
produciendo el característico “humito”.
Hay fotos que son difíciles de lograr por motivos ajenos a nuestra
voluntad, por ejemplo, el aterrizaje o despegue de un Caza.
De poder tener esa oportunidad no hay que desperdiciarla, captar el
momento en que un caza despliega su paracaídas de frenado, o el momento
que un gigantesco transporte, como el C-17, invierte el empuje de sus
motores, serán motivos para la emoción.
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Las propias
características de operación de los helicópteros a
veces permiten al fotógrafo estar muy cerca del
objeto a fotografiar. Habrá que tomar precauciones
de seguridad mínimas como no permanecer delante del
aparato a la hora del despegue o dentro de su radio
de giro, para no ser alcanzado por el rotor
principal o por el antipar. También los despegues o
aterrizajes de helicópteros generan una fuerte
turbulencia en tierra en la zona cercana a la
maquina, por tanto al fotografo le convendra
afirmarse para evitar la foto "movida". |
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Sin dudas lo que vea a través del visor le oprimirá el pecho. ¿Acaso el
hombre ha creado una máquina mas hermosa que el avión, capaz de producir
en el aficionado una atracción tan grande?
Finalmente llega el momento del estacionamiento de las máquinas, su
piloto descendiendo, el saludo con los mecánicos y sus numerales,
también son buenos momentos a captar con nuestra cámara.
En todas las reuniones aeronáuticas, no todos los aviones presentes son
Jet, los hay con motores a pistón, turbohélices y también habrá
helicópteros.
En el caso de los primeros es interesante estar atento al momento de la
puesta en marcha ya que la ignición del motor causará que por los
escapes se desprendan bocanadas de humo, captar este momento será de
sumo interés para la toma, le da lo que se llama Movimiento.
La velocidad de obturación en estas ocasiones será preciso situarla en
los 1/125 o 1/250 de segundo y de esta forma captar el movimiento de las
hélices.
Para el caso de los helicópteros sucede algo similar y la velocidad no
deberá exceder 200 de segundo mas allá de esta las aspas del rotor
quedarán congeladas, perdiendo la toma el movimiento, la acción.
El placer de volar también nos da oportunidad de realizar fotos en
vuelo, para lo que hay que tener en cuenta algunos aspectos.
Al momento de abordar la máquina, si la misma es de pequeñas dimensiones
lleve consigo la menor cantidad de equipamiento posible. Con esto se
consigue alivianar el peso logrando al mismo tiempo una libertad de
movimientos mayor, dentro de un hábitat tan acotado como el cockpit o
cabina del avión.
Previamente al despegue y después de haber completado el “Briefing” con
el piloto de turno, tenga la precaución de limpiar lo mejor posible la
ventanilla sobre la que estará ubicado o seleccionar la que presente mas
nitidez en su superficie. Si bien en algunos casos a simple vista los
vidrios parecen algo opacados las fotos obtenidas a través de estos
suelen ser bastante aceptables. Si tiene la suerte de volar a un lado
del piloto las superficies vidriadas de la cabina, naturalmente libres
de toda imperfección visual no serán un obstáculo, obteniendo
inmejorables resultados.
El equipo recomendado para una ocasión como esta puede constar de un
cuerpo y un Zoom, el que puede variar entre un 28-70 ó 80-200mm como
máximo. La sensibilidad, en este caso estará supeditada a las
condiciones de luz y no a la rapidez de las acciones a fotografiar ya
que la velocidad relativa entre los aviones, en caso de fotografiar a
otro avión en vuelo, permitirá utilizar velocidades de 125 a 250 como
máximo. .
Desde ya, es muy envidiable observar en partidos de fútbol o carreras de
F-1 los impactantes “cañones blancos de Canon” ; 300 mm f 2,8; 500mm f
4,5, 400mm f2,8 o el demoledor 600mm f4, no hay que desesperar, como
dice la canción: “De esa miel no comen las hormigas” sus precios son tan
demoledores como los objetivos mismos.
Y nosotros, humildes fotógrafos, algunos con mayor experiencia que otros
y ubicados en el “fin del Mundo” nos debemos conformar con lo poco o
mucho que nos ha sido posible lograr en equipamiento técnico. Por otra
parte, y como ya lo he mencionado, poseer un sofisticado equipo no es
sinónimo de garantizar éxitos. Con equipos adecuados, bien conservados y
correctamente utilizados sin dudas podremos lograr excelentes
resultados.
Salvando las distancias, alguien alguna vez se atrevió a pensar que con
unos avioncitos anticuados, pero bien utilizados se lograría mandar a
pique a siete buques de la tercer potencia mundial? A la hora de
fotografiar tenemos que pensar en sacar el mayor provecho de nuestros
equipos sean anticuados o modernos, así cada foto será una victoria.
Hurlingham, 19 de
Ocutbre de 2009.
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