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Plane Spotting:
Fotografiando aviones

Obtener una buena ubicación para una sesión fotográfica dentro de un aeródromo es fundamental. Posicionarse justo al lado de una de las cabeceras permite obtener primeros planos como el de este B-1B que acaba de despegar y aun esta retrayendo su tren de aterrizaje.

 

Textos y fotos de Guillermo E. Sentis

Fotografiar aviones suele ser apasionante, mas aún para quienes “los mas pesados que el aire “representan algo mucho mas que un Hobby, una pasión.
Para lograr resultados aceptables, en principio, hay que tener presentes algunos aspectos básicos en lo referente al equipamiento, la técnica de la toma y a la forma de conducirse en los lugares donde realizaremos nuestro trabajo.
La oportunidad de ver aviones de muy cerca y poder fotografiarlos, estáticos o en acción, se circunscribe principalmente a Festivales Aeronáuticos, Exposiciones o a las conocidas Jornadas de Puertas Abiertas u “Open Day” generalmente de carácter militar. Estos últimos, suelen ser los mas interesantes y espectaculares por el tipo de aeronaves que podemos observar y fotografiar. Como aspecto negativo en el caso de Open Day, nuestros movimientos suelen estar un poco más restringidos que en una exposición u otro tipo de muestra, por obvias razones.

El tipo de fotografía que hagamos, también puede variar según nuestras necesidades y gusto. Esto es así ya que podemos realizar una tarea totalmente aislada o amateur, conocida como “spotting”, o un trabajo mas profesional, si es el caso que nuestra tarea está dirigida “cubrir” el evento en cuestión para un medio especializado, lo que se conoce como “colaboración”.
Para comenzar la jornada siempre es recomendable llegar temprano a donde se realice la reunión, de esta forma nos aseguraremos no sólo encontrar un buen lugar, sino que además podremos observar la disposición de los aviones expuestos, confirmar los horarios de vuelo y como esta diagramada en general la actividad del día.

Si los aviones no están rodeados por ninguna valla, esto complica un poco las cosas ya que seremos obstaculizados por los eternos “curiosos de la nada", los que miran sin ver. Estos personajes, solos o secundados por algún acompañante no aficionado a la aeronáutica, frecuentemente se interponen entre nosotros y el tan deseado avión a fotografiar. La paciencia y la calma, también forman parte del equipo básico de un fotógrafo.
En aconsejable por lo tanto, siempre que sea posible, contactar alguna de las autoridades y explicarles los motivos e intenciones que nos movilizaron a estar presentes, a fin de lograr un “pase” y así obtener una ubicación “del otro lado de las vallas” o próximo a la Línea de Vuelo, si logramos esto nuestro día habrá comenzado bien. Si nuestro cometido llega a buen término tendremos oportunidad de fotografiar los aviones limpios, sin extraños, pudiendo buscar los ángulos mas apropiados para nuestras fotos.

La imagen capta en perfecto movimiento la aproximación de dos Super Puma del Comando de Aviación de Ejercito a la plataforma de Campo de Mayo. Aunque el objeto principal de la foto es el helicóptero en primer plano, la existencia de dos maquinas en el encuadre da idea de movimiento y del recorrido que están siguiendo los helicópteros en la aproximación.

Un punto fundamental es tener bien en claro por donde se desplazarán los aviones, es decir las calles de rodaje, a fin de lograr poder conseguir una buena ubicación.
Otro punto a tener en cuenta es el respeto, no bebemos tocar ningún componente de la aeronave y si deseamos fotografiar un sector en especial debemos contar con la autorización de su piloto o encargado del avión, esto es fundamental y hace a la seguridad de todos.
En cuanto a las tomas a realizar, algunas son básicas. Si nuestra intención es fotografiar para tener un recuerdo nos limitaremos a fotografiar lo mas correctamente posible las máquinas, no siendo necesario contar con una ubicación en especial.

Para los spotters por el contrario les convendrá en este caso realizar las gestiones ya descriptas a fin de asegurarse un buen lugar. Las tomas preferidas por estos aficionados y conocedores del tema se basan en fotografiar: perfiles, tres cuartos de perfil, tratando en toda oportunidad de captar las matrículas, insignias, emblemas o esquemas de pintura como así todo detalle particular que sirva para identificar a la máquina en el tiempo. Lo que es imprescindible pues se trata de un grupo de estudiosos de las máquinas y de la vida operativa de estas a lo largo del tiempo.
De todas maneras el conjunto de entusiastas, fuere cual fuere su especial motivación todos tratarán de lograr el mejor de los resultados.

Dentro de estos grupos mencionados no es posible olvidar a los que están interesados en obtener fotos generales de las máquinas y especialmente detalles técnicos, nos referimos a los modelistas, para los cuales estas oportunidades representan de gran ayuda para su apasionante hobby.
No obstante estas categorías bien marcadas por sus estilos entre si pueden contener a fotógrafos que realizan su tarea mas profesionalmente ya que pueden trabajar para publicaciones especializadas. Estos últimos trataran de cubrir todos los aspectos antes mencionados.

El fondo fuera de foco, y la visión parcial del avión centran la atención en el cockpit abierto y en los cascos colgados de la escalerilla. El resultado es una foto atractiva y con una innegable temática aeronáutica que vas mas allá de mostrar simplemente un Mirage 2000 estacionado en platafoma.

Para completar un buen trabajo es siempre recomendable realizar lo que se denomina “Nota de Color” consistente en captar todos aquellos detalles que rodean a la actividad de vuelo, al entorno que rodea al avión, sus mecánicos y pilotos. Para graficar esto siempre es interesante hacer fotos, por ejemplo, de un casco de vuelo apoyado en un parabrisas, un piloto haciendo apuntes en su pernera o cambiando impresiones con un mecánico, a estos completando una inspección de último momento, en fin, muchas y de variado tipo pueden ser estas instantanes, el fotógrafo decidirá en el momento cual es la mas atractiva.
Es importante tener en cuenta a la hora de fotografiar que es bueno buscar ángulos distintos a fin de dar más fuerza, más carácter a la toma. Esto se logra abandonando la típica postura de “parado”, el fotógrafo puede inclinarse levemente hacia abajo o hasta hacer una toma “rodilla en tierra” si se realizan tomas de abajo hacia arriba estas consiguen dar un carácter mas agresivo a la foto.

También es muy adecuado buscar puntos elevados para fotografiar los aviones desde arriba, esta acción nos dará un distinto ángulo de visión. Esta posición la podemos encontrar a partir del techo de algunas de las instalaciones del aeródromo o si es posible, no siempre es así, acceder a un sector de la torre de vuelo. No olvide que todo es posible si se apela a la educación y buenos modales para solicitar las cosas.
Hay un aspecto que considero importante y nos ahorrara algún disgusto, no traspase sin autorización lugares y/o sectores vedados, por mas que nuestra curiosidad nos lleve a la tentación de hacerlo.

En cuanto al equipo a utilizar en estos primeros momentos ya descriptos, nos bastará con una cámara dotada de un lente Gran Angular puede ser un 28 ó 35mm y un 50mm, considerado como el normal. En caso de poseer un Zoom el adecuado estará en el rango de los 28-70mm, incluso podemos utilizar teleobjetivos como un 180mm ó un Zoom equivalente, con el que se logran obtener acercamientos en primeros planos muy interesantes.
Si el día es soleado utilizaremos una sensibilidad de 100 ISO y una velocidad de 60 ó 125 lo que nos proporcionará una aceptable profundidad de campo. Estas características pueden ser logradas con cámaras del tipo compactas, SLR (Single Lens Réflex) o Réflex SLR, ya sean analógicas o digitales.
Todas estas acciones las podemos realizar con toda tranquilidad hasta el momento de la puesta en marcha de los aviones, aquí cambia el panorama.

No debemos esperar a que nos vengan a mover a otra posición, o en el peor de los casos que nuestro comportamiento provoque que “amablemente” nos inviten a retirarnos del lugar. En este momento nosotros mismos tenemos que darnos cuenta que estamos ante una situación de peligro y ubicarnos en un lugar correcto.
Esto hará que el personal de seguridad y mecánicos se olviden de nosotros, posibilitándonos así, realizar un trabajo libre de interferencias, esta es la ocasión justa para utilizar nuestros lentes mas “largos” o moderadamente “largos” para fotografiar los variados movimientos de esos momentos. De ésta forma todo será mucho más fácil pudiendo realizar tomas sin dudas, excelentes.

Las patrullas acrobáticas suelen ser tan vistosas como difíciles de captar. La multiplicidad de aeronaves y movimientos tienden a despistar al fotógrafo y resulta difícil centrarse en una avión o maniobra en particular. Las pasadas en grupo y en una sola dirección favorecen al fotografo. En este caso la Ecuadrilla da Fumaça, luciendo su antiguo esquema de colores sobrevuela Los Cerrillos en Santiago de Chile.   

Si él aficionado esta encuadrado en la categoría y gusto de un spotter, lo mas adecuado es recurrir a la utilización de una cámara SLR con la que obtendrá resultados superiores gracias al empleo de lentes de tipo Zoom de mayor rendimiento que los antes mencionados. También es de hacer notar que una SLR es mucho mas sofisticada en diseño que una “compacta” por lo tanto los programas y modos de trabajar con este tipo de cámaras se verán reflejados en mejores resultados. Por último nos encontramos con los más afortunados que poseen cámaras del tipo Réflex, semiprofesionales o profesionales, las Réflex SLR con ópticas intercambiables. Estas cámaras ofrecen posibilidades de trabajo netamente superiores a las anteriormente mencionadas, ya que estas posibilitan el intercambio de lentes, desde Gran Angulares pasando por teleobjetivos y hasta Súper teleobjetivos, como así también una serie de accesorios como mmotores (en las mas modernas ya incorporados de fábrica), duplicadores de distancia focal y sistemas de flash sofisticados.

Por supuesto todo esto estará supeditado a las posibilidades económicas de cada fotógrafo o aficionado.
Sin embargo es muy importante mencionar que no es una condición excluyente poseer equipos como los mencionados en el último de los casos, poseer una muy sofisticada cámara no garantiza de ninguna manera buenos resultados.
Muchos son los que con cámaras “TOP” suelen obtener resultados extremadamente pobres, de no ser por los automatismos y el autofocus.

.La técnica de la toma está supeditada al gusto y estilo de cada fotógrafo. Pudiendo éste utilizar los distintos programas o modos de la cámara.. Estos modos incluyen, desde la posibilidad de utilizar la cámara en Manual o en modos con prioridad de Velocidad o Diafragma o incluso totalmente automática. Estas modalidades son extensivas también al sistema de enfoque que también puede ser manual o Autofocus. Estos aspectos forman parte de lo que se conoce como Configuración de la Cámara.

De utilizar una del tipo digital, la configuración incluye como ítem fundamental, la resolución. A partir de esta se selecciona la compresión de las fotos a realizar.
Esta compresión tendrá ingerencia en la definición de la imagen como así también en el tamaño de las copias que podremos realizar posteriormente, merced a la cantidad de pixeles y al formato del archivo seleccionado ,JPEG o RAW, este último recomendado para la realización de copias de muy alta resolución y gran tamaño.
La resolución más conveniente es la de rango Medio Fina o Medio Normal de 2544 x 1966 Pixeles ideales para lograr copias tamaño A-4 o A-5.

El Formato RAW por su parte requiere un post procesado un poco mas complejo de la imagen en el ordenador, siendo necesario un programa de edición específico, por otra parte la cantidad de imágenes que se puedan almacenar en la tarjeta de memoria será sensiblemente menor, como así también la cantidad de fotos a realizar en la secuencia de disparo, que si se emplea el formato JPEG.

Conocer los mejores encuadres de un avion en particular siempre es una ventaja. La larga proa del IAI Finger favorece las fotos de 3/4 tomadas a ras de suelo y con un objetivo gran agular. Si la toma es buena, el cielo plomizo y poco favorecedor pasa a un segundo plano.

Al momento en que comienza la actividad de vuelo con la puesta en marcha de los motores, es aquí donde comienza el cambio en el modo de trabajar. Por lo tanto el hasta ese momento reportaje fotográfico, comienza a transformarse en una sesión de fotografía poco menos que deportiva, esto se debe a que los objetos y personas comienzan a desplazarse rápidamente ante nuestros ojos.

Mecánicos, señaleros, personal de seguridad comienzan a moverse rápidamente en torno a los aviones, es en esos momentos que podemos comenzar realizando tomas que darán “vida” a la foto. Todo esto previo al momento en que los aviones comienzan con lo que se conoce como “romper inercia”, aquí comienza la verdadera acción.

Siempre conduciéndonos con cuidado y guardando distancia prudencial, podemos realizar tomas de frente y ¾ de perfil, utilizando ahora un lente 80-200mm, aumentando la velocidad de obturación a 250 ó superior y la rapidez de la película o la sensibilidad del sensor seleccionándose esta en 200 ó 400 ISO.
En caso de poder utilizar un teleobjetivo de 300mm, incluso algunos Zoom 80-200 o similares, es de suma utilidad utilizar un Monopié, la mayor parte de los lentes de este tipo están dotados de un soporte, que además de permitir su fijación al mencionado Monopié, permiten girar la cámara y así realizar tomas verticales como apaisadas con mucha comodidad. Un trípode también es posible de utilizar en estas circunstancias con el mismo cometido, aunque éste es más engorroso de transportar y de manipular en momentos en que el fotógrafo debe cambiar de ubicación constantemente.

En el momento, en que comienza la acción deberemos estar atentos a los gestos del piloto, este seguramente realizara movimientos, observando a su alrededor, señas al personal de tierra y hasta un “todo OK con su pulgar para el personal, y por que no, para la foto.

Si el objeto a fotografiar se trata de un jet el efecto del aire caliente proveniente de su turbina sumado a la utilización de un lente mas largo nos permitirá obtener tomas impactantes y con mucha fuerza.
Si es posible captar el despegue de los jets, es interesante fotografiar la trepada del aparato ni bien deja la tierra y la post combustión de su reactor, todo esto es muy apasionante, lo que vemos a través del visor, el ruido, y el “embriagante” olor del kerossene quemado, nos pondrá los pelos de punta, al tiempo que contenemos intuitivamente la respiración al momento de disparar el obturador, con lo que se evita el movimiento de la cámara.

El "valet" previo al vuelo que ejecuta el personal de tierra es siempre curioso y da lugar a tomas con mucha fuerza y acción. Vale la pena estar atentos a estos movimientos que distinguen una toma común de otra más especial. En este caso el foco de la imagen se centra en piloto y mecánico, quienes dan vida a la imagen de este EMB-326GB que solo se ve parcialmente.

Durante estos excitantes momentos, ni hablar si los aviones que se mueven son mas de dos, enfermizamente pensamos; “Dios mío, que momento, son hermosos, que me trague la turbina”. Es un poco exagerado, pero la pasión y la adrenalina que nos provoca lo que vemos es mucha y nos lleva a pensar cosas descabelladas, sin embargo, creo que esa pasión que ponemos es la que nos hace, obtener mejores resultados.
Por razones de seguridad las evoluciones de los aviones se realizan sobre la vertical del campo de aviación y no sobre el público y a alturas de seguridad determinadas. Esto provoca que en ocasiones los aviones ocupen una pequeña porción de nuestro visor, incluso cuando utilizamos una óptica larga de 200mm o superior. Es aquí que debemos decidirnos a fotografiar “pequeños aviones de oscuras siluetas, de acuerdo a como le “pegue la luz”, o realizar una toma de un vuelo a baja altura, el pasaje cerrado o el espeluznante cruce de una escuadrilla acrobática, también a baja altura.

Personalmente prefiero estas últimas acciones, disparar con mi cámara una vez que estén mucho mas cerca, o cuando se aproximan al aterrizaje.
La acción destinada a conseguir que lo que fotografiamos en vuelo este en foco es fundamental, pero nada difícil de conseguir, si tenemos un lente de foco manual siempre deberá estar colocado en “infinito”, por su parte si utilizamos el Autofocus, seleccionemos el modo AI-Servo, este permite que la cámara enfoque los objetos en forma automática, ya sea mientras se alejan o acercan.

Un factor de suma importancia y que no podemos olvidar es la luz, ya que al seguir las evoluciones de los aviones podemos encontrar un fuerte contraluz, el resultado serán siluetas completamente oscuras y pequeñas: no sirven.
Con respecto a la luz es aconsejable, salvo que la acción lo justifique, evitemos la luz Cenital del medio día, nos restará detalles, provocando que sectores de las máquinas queden obscuros, sin detalle.

Este momento, el del aterrizaje , también es mas que interesante para fotografiar ya que podemos obtener fotos muy atractivas de los aviones con todas sus “Chapas” abajo, es decir sus flaps, slats y frenos dinámicos abiertos, esperando el momento que sus ruedas tocan el piso produciendo el característico “humito”.
Hay fotos que son difíciles de lograr por motivos ajenos a nuestra voluntad, por ejemplo, el aterrizaje o despegue de un Caza.

De poder tener esa oportunidad no hay que desperdiciarla, captar el momento en que un caza despliega su paracaídas de frenado, o el momento que un gigantesco transporte, como el C-17, invierte el empuje de sus motores, serán motivos para la emoción.

Las propias características de operación de los helicópteros a veces permiten al fotógrafo estar muy cerca del objeto a fotografiar. Habrá que tomar precauciones de seguridad mínimas como no permanecer delante del aparato a la hora del despegue o dentro de su radio de giro, para no ser alcanzado por el rotor principal o por el antipar. También los despegues o aterrizajes de helicópteros generan una fuerte turbulencia en tierra en la zona cercana a la maquina, por tanto al fotografo le convendra afirmarse para evitar la foto "movida".

Sin dudas lo que vea a través del visor le oprimirá el pecho. ¿Acaso el hombre ha creado una máquina mas hermosa que el avión, capaz de producir en el aficionado una atracción tan grande?
Finalmente llega el momento del estacionamiento de las máquinas, su piloto descendiendo, el saludo con los mecánicos y sus numerales, también son buenos momentos a captar con nuestra cámara.
En todas las reuniones aeronáuticas, no todos los aviones presentes son Jet, los hay con motores a pistón, turbohélices y también habrá helicópteros.

En el caso de los primeros es interesante estar atento al momento de la puesta en marcha ya que la ignición del motor causará que por los escapes se desprendan bocanadas de humo, captar este momento será de sumo interés para la toma, le da lo que se llama Movimiento.
La velocidad de obturación en estas ocasiones será preciso situarla en los 1/125 o 1/250 de segundo y de esta forma captar el movimiento de las hélices.
Para el caso de los helicópteros sucede algo similar y la velocidad no deberá exceder 200 de segundo mas allá de esta las aspas del rotor quedarán congeladas, perdiendo la toma el movimiento, la acción.
El placer de volar también nos da oportunidad de realizar fotos en vuelo, para lo que hay que tener en cuenta algunos aspectos.

Al momento de abordar la máquina, si la misma es de pequeñas dimensiones lleve consigo la menor cantidad de equipamiento posible. Con esto se consigue alivianar el peso logrando al mismo tiempo una libertad de movimientos mayor, dentro de un hábitat tan acotado como el cockpit o cabina del avión.
Previamente al despegue y después de haber completado el “Briefing” con el piloto de turno, tenga la precaución de limpiar lo mejor posible la ventanilla sobre la que estará ubicado o seleccionar la que presente mas nitidez en su superficie. Si bien en algunos casos a simple vista los vidrios parecen algo opacados las fotos obtenidas a través de estos suelen ser bastante aceptables. Si tiene la suerte de volar a un lado del piloto las superficies vidriadas de la cabina, naturalmente libres de toda imperfección visual no serán un obstáculo, obteniendo inmejorables resultados.

El equipo recomendado para una ocasión como esta puede constar de un cuerpo y un Zoom, el que puede variar entre un 28-70 ó 80-200mm como máximo. La sensibilidad, en este caso estará supeditada a las condiciones de luz y no a la rapidez de las acciones a fotografiar ya que la velocidad relativa entre los aviones, en caso de fotografiar a otro avión en vuelo, permitirá utilizar velocidades de 125 a 250 como máximo. .

Desde ya, es muy envidiable observar en partidos de fútbol o carreras de F-1 los impactantes “cañones blancos de Canon” ; 300 mm f 2,8; 500mm f 4,5, 400mm f2,8 o el demoledor 600mm f4, no hay que desesperar, como dice la canción: “De esa miel no comen las hormigas” sus precios son tan demoledores como los objetivos mismos.

Y nosotros, humildes fotógrafos, algunos con mayor experiencia que otros y ubicados en el “fin del Mundo” nos debemos conformar con lo poco o mucho que nos ha sido posible lograr en equipamiento técnico. Por otra parte, y como ya lo he mencionado, poseer un sofisticado equipo no es sinónimo de garantizar éxitos. Con equipos adecuados, bien conservados y correctamente utilizados sin dudas podremos lograr excelentes resultados.
Salvando las distancias, alguien alguna vez se atrevió a pensar que con unos avioncitos anticuados, pero bien utilizados se lograría mandar a pique a siete buques de la tercer potencia mundial? A la hora de fotografiar tenemos que pensar en sacar el mayor provecho de nuestros equipos sean anticuados o modernos, así cada foto será una victoria.

Hurlingham, 19 de Ocutbre de 2009.


Imagen de apertura

Un Pucará a punto de tomar tierra por pista 34 de la I Brigada Aérea de El Palomar. La posición del sol genera una iluminación muy particular que favorece la toma.


Acerca del autor

Guillermo E. Sentis es fotógrafo profesional de dilatada experiencia en el medio gráfico y socio de ARGRA (Asociación Reporteros Gráficos de la República Argentina). Se ha desempeñado como reportero grafico profesional para la revista Solo Fubtol, los diarios Crónica y Pagina 12.

Ha colaborado en numerosas publicaciones aeronáuticas, entre ellas, el libro “Las Alas de Perón” de Ricardo Burzaco, las series monográficas sobre la Fuerza Aérea Argentina de Jorge Núñez Padín, ó el monográfico “FMA IA-58 Pucará, 30 Años de Servicio” editado por Avialatina.

Además, también ha realizado contribuciones a las revistas “ PISTA 18”, “FORCA AEREA” (Brasil), y actualmente es colaborador de la revista “ARES –Worldefense & Security” editada en Buenos Aires por por Luis F. Piñeiro.

Viajero incansable, ha cubierto en los últimos 20 años eventos y ejercicios de aviación general, civil y miltar en Argentina, Brasil y Chile.



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